1. La idea fundamental de un subwoofer es reproducir las frecuencias bajas. En la mayoría de los casos, se trata de las dos octavas inferiores, de 20 Hz a 80 Hz.
  2. Cada vez es más común tener altavoces “satélites” más pequeños a la izquierda y a la derecha, además de uno o más subwoofers, un formato que a menudo se denomina 2.1. El dos se refiere al par principal de altavoces estéreo (izquierdo y derecho), mientras que el ‘.1’ se refiere al subwoofer de ancho de banda limitado. Del mismo modo, un sistema de sonido envolvente suele denominarse 5.1, lo que significa cinco canales principales más un subwoofer para manejar el canal de efectos de baja frecuencia (LFE).
  3. Las instalaciones de subwoofer deficientes suelen adolecer de un exceso de graves o de una mala definición de los mismos. A menudo hay un “agujero” evidente en el espectro de frecuencias en la región de cruce entre los altavoces satélite y el subwoofer. Es la “integración” a través de esta región de cruce lo que realmente hace o rompe el sistema en su conjunto.
  4. Si la sala tiene problemas de ondas estacionarias -y casi todas los tienen- es vital que estos problemas acústicos se solucionen primero, antes de gastar dinero o tiempo en un subwoofer.
  5. Otro beneficio útil de un subwoofer es la potencia adicional que se otorga al sistema en su conjunto. La energía acústica de la música es mayor en las frecuencias bajas y disminuye al aumentar la frecuencia. Por lo tanto, el empleo de una caja dedicada a manejar la mayor parte de los graves que requieren potencia quita esa carga a los satélites, con beneficios útiles en el manejo de la potencia general y la claridad.
  6. Cuando se genera un sonido de baja frecuencia en un espacio cerrado, las ondas sonoras esféricas creadas se reflejarán en las superficies limítrofes de la sala para llegar de nuevo a los oídos con una multiplicidad de variaciones de fase, debido a las diferencias de longitud de trayectoria. Esta confusión de señales hace que el oído y el cerebro no puedan extraer una diferencia de fase fiable, por lo que la agudeza direccional normal falla. Así que, en teoría, como no se puede saber de dónde vienen las frecuencias bajas en una habitación, un subwoofer será totalmente suficiente.
  7. La gestión de los graves es el proceso de eliminar el elemento de graves de la señal que llega a cada altavoz satélite y dirigirlo a uno o varios subwoofers. En esencia, no es diferente de un crossover normal, sólo que el driver de bajos está alojado en una caja separada, y es necesario incluir algun proceso para suamr las contribuciones de baja frecuencia de al menos dos canales.
  8. En los sistemas de sonido envolvente 5.1, la gestión de los graves suele realizarse en el procesador de sonido envolvente, y no en el propio subwoofer. Cada uno de los cinco canales principales pasa por un filtro de paso alto para eliminar el elemento de baja frecuencia de la señal, antes de pasar al amplificador y al altavoz correspondientes.
  9. La alineación física y eléctrica de un subwoofer es un proceso muy incomprendido, pero equivocarse es destruir la precisión del sistema en su conjunto. En primer lugar, es vital que el subwoofer y los altavoces satélites estén en la misma fase entre sí, es decir, que su polaridad eléctrica y su alineación temporal sean iguales. Si no es así, la región de cruce tendrá un evidente abultamiento o caída de nivel.
  10. Muchos de los subwoofers mejor especificados incluyen una función de ajuste de fase (conmutada o continuamente variable), que puede ayudar a corregir las diferencias de fase mecánicas y eléctricas entre los satélites y el subwoofer.
  11. La ubicación del subwoofer en la sala -especialmente su proximidad a las paredes- tendrá un efecto significativo en sus respuestas en el dominio de la frecuencia y el tiempo. A menos que se disponga de compensación de retardo, lo ideal es que el subwoofer se sitúe a la misma distancia del oyente que los altavoces satélite.
  12. A menudo, pequeños cambios de distancia con respecto a una pared pueden suponer una gran diferencia en el equilibrio de los graves.
  13. Para que el subwoofer funcione correctamente y no sea localizable, el cruce entre el satélite y el subwoofer debe ajustarse por debajo de unos 90 Hz, y eso significa que el satélite debe tener una respuesta decente hasta los 70 Hz aproximadamente.
  14. Las frecuencias bajas son muy difíciles de contener. Si añades un subwoofer, es inevitable que parte de los nuevos graves salgan de la sala de escucha. Esto puede molestar a sus vecinos, incluso si antes toleraban el sistema sin el subwoofer. La generación de bajos también puede excitar las ondas estacionarias de la habitación de las que antes no era consciente, y también puede hacer que varias estructuras de su edificio vibren y resuenen de formas que no había oído antes.
  15. La técnica inicial para colcoar un subwoofer se conoce como Subwoofer Crawl y ahí muchos ejemplos en la web. Googlealo. Se trata de poner el subwoofer en la posición normal de escuchar e ir arrastrandrose (literalmente) por la habitación con la oreja pegada al piso para así encontrar la respuesta de graves más equilibrada.

Documento basado el texto All you wanted to know about subwoofers del sitio SoundOnSound escrito por Hugo Robjohns

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