Pocos temas inspiran un debate más acalorado entre los entusiastas de la música que los pros y los contras del sonido analógico frente al digital. Vivimos simultáneamente el renacimiento de los discos de vinilo y la era de las ilimitadas opciones de streaming digital, lo que significa que el volumen está subido en este viejo debate.

En este artículo repasaremos los pros y los contras de la música analógica y digital y la clasificación de cada estilo de grabación en cuanto a calidad de sonido y comodidad.

La primera grabación de audio

El nacimiento del “sonido analógico” tiene su origen en la primera grabación de sonido que los oyentes pudieron reproducir. El fonógrafo de Thomas Edison, creado en 1877, se considera el primer aparato que grabó y reprodujo sonidos. El diafragma del fonógrafo controlaba la aguja, que rayaba una señal analógica en un cilindro de papel de aluminio.

La gente podía hablar o cantar en el cilindro de estaño y la aguja grababa el sonido vibrando con la voz y creando una onda sonora, casi como un mapa, de la información de audio. Durante la reproducción, las vibraciones grabadas en el estaño hacían vibrar la aguja, haciendo que el diafragma reprodujera el sonido original.

Esta pequeña historia del sonido proporciona una base esencial para el debate sobre lo digital y lo analógico, ya que muestra la evolución de nuestra tecnología actual.

Grabaciones analógicas

Las grabaciones analógicas utilizan un micrófono para traducir el sonido original en señales analógicas eléctricas que luego se imprimen directamente en cintas maestras (normalmente grandes bobinas o casetes) mediante magnetización. También se graban en discos de vinilo con surcos en espiral, como las vibraciones grabadas en el cilindro de estaño de Edison.

Grabaciones digitales

Las grabaciones digitales utilizan un código binario (1s y 0s) para representar el tono y la intensidad del sonido. Una vez grabado un archivo digital, puede copiarse en discos duros, discos compactos o subirse a Internet para transmitirlo a todo el mundo.

Mientras que las grabaciones analógicas son una forma de onda continua, las digitales se parecen más a un tramo de escaleras en el que se pueden señalar y marcar los cambios de tono. Además, las grabaciones analógicas imprimen la señal original en un soporte físico, mientras que las digitales recrean la señal original mediante un código binario que puede almacenarse en diversas piezas de tecnología digital.

Relación señal/ruido

La relación señal/ruido (SNR) es una medida en decibeles del nivel de potencia de la señal con respecto al nivel de potencia del ruido. La señal es la música que un oyente quiere escuchar, y el ruido son los datos no deseados.

Por ejemplo, si estás hablando con un amigo al aire libre y de fondo se oye el ruido del tráfico, eso es el ruido, y la voz de tu amigo es la señal. Naturalmente, querrás que tu amigo tenga un nivel de decibeles más alto que el del tráfico para poder oírle con claridad y disfrutar de la conversación.

La regla general es que un nivel de decibeles más alto en el SNR proporcionará una mayor claridad de sonido.

El McIntosh C22 2-Channel Vacuum Tube Preamplifier Mk V es una opción de alta gama para los amantes de la calidez de lo analógico. Con un elegante aspecto vintage, el McIntosh C22 es compatible tanto con cartuchos fonográficos de imán móvil como de bobina móvil, y cuenta con una SNR de 75 dB, lo que significa que proporciona toda la potencia y claridad sónica a sus vinilos favoritos, al tiempo que reduce el ruido no deseado.

Otros pros y contras

Los que apuestan por lo analógico suelen citar la plenitud y calidez del sonido, y la sensación de estar en la sala con la interpretación original. Sin embargo, como el analógico es un soporte físico, puede ser más difícil mantener la calidad de la grabación almacenada únicamente en un disco de vinilo, ya que envejece con el tiempo y la reproducción. Por eso es clave invertir en un tocadiscos de alta calidad, como el McIntosh MT2 Precision Turntable.

La fuerza de la tecnología digital reside en su comodidad y versatilidad. Las grabaciones digitales pueden reproducirse y almacenarse infinitas veces sin perder calidad, siempre que no se manipule el archivo. Con productos como el McIntosh MS500 Music Streamer, proporciona un eje central para toda su música digital. Además, la SNR estelar de 102 dB del MS500 elimina el ruido no deseado y produce una experiencia de escucha nítida. El MS500 ofrece múltiples opciones de conectividad, como Wi-Fi, Spotify y TIDAL.

En conclusión

El debate entre la música analógica y la digital no parece que vaya a terminar pronto. Mientras que los entusiastas de lo analógico aprecian su calidez y plenitud, los fans de lo digital valoran la comodidad y versatilidad de su música. Es importante tener en cuenta que ambos medios tienen sus pros y sus contras, y la elección se reduce en última instancia a la preferencia personal.

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