La inteligibilidad del habla es primordial, ya sea una clase presencial, virtual o híbrida. Si los estudiantes no pueden oír o entender al profesor, su capacidad para aprender y retener información se ve comprometida. La tensión cognitiva y la fatiga se instalan rápidamente cuando los estudiantes tienen dificultades para oír con claridad. Cuanto más grande es la sala, más crítica se vuelve la inteligibilidad del habla.

En aulas pequeñas, los profesores pueden hablar más alto para llegar a la parte de atrás de la sala, pero esa no es una opción viable en un salón de actos o un auditorio grande, especialmente dada la desafiante acústica inherente a esos espacios.

La inteligibilidad del habla puede mejorarse enfocando o dirigiendo el sonido hacia el público en lugar de hacia áreas con reflejos perturbadores en la sala, como el techo o los pisos. Una excelente solución para abordar estos desafíos es la tecnología de altavoces direccionables digitalmente. Los altavoces direccionables digitalmente, como la serie Aimline de columnas, permiten controlar con precisión hacia dónde se dirige el sonido. También permiten personalizar la experiencia auditiva sin perder calidad en todo el espacio, lo que ofrece varias ventajas con respecto a los sistemas distribuidos clásicos. Esto es posible gracias a una combinación de amplificación, DSP, filtros FIR, ecualización y retardo, todo programado mediante software.

La inteligibilidad desempeña un papel muy importante en el aprendizaje y la retención de información. Si estás en un espacio reverberante como una iglesia o una estación de tren y oyes un discurso apagado, rápidamente dejarás de intentar entender lo que se está comunicando. Lo mismo ocurre con los estudiantes: si no pueden oír y entender al profesor, se desconcentrarán. Cuanto mayor sea la inteligibilidad del habla, más fácil será retener la información y entender el tema de la conversación.

La orientación del haz en pocas palabras

La orientación del haz permite al usuario enfocar la salida acústica en un área de escucha específica sin apuntar física o mecánicamente el altavoz. No hay motores dentro del altavoz. En su lugar, cada transductor tiene su propio DSP y canal amplificador, lo que da como resultado la capacidad de adaptar los haces a través de software en incrementos muy granulares, lo que permite una capacidad de dirección aguda. Al controlar la diferencia relativa de fase y amplitud entre cada elemento, puede dar forma al patrón de emisión acústica según sus necesidades. El número casi infinito de ajustes permite al sistema controlar el tamaño, la forma y la dirección de la onda acústica.

Al dirigir el sonido hacia el público y lejos de otras superficies que causan reflejos, los altavoces direccionables digitalmente ofrecen un discurso muy inteligible y una reproducción musical natural. En muchos casos, los productos direccionables digitalmente son la única forma de lograr los niveles requeridos de inteligibilidad del habla en grandes espacios reverberantes como salas de conferencias y auditorios.

El objetivo de los sistemas de sonido para educación es una cobertura uniforme de adelante hacia atrás, lo que significa que las personas que están al frente de la sala oyen el mismo sonido, al

mismo nivel, que las personas que están al fondo de la sala. Siendo realistas, cuantos menos altavoces se utilicen, menos distracciones visuales habrá para los estudiantes.

Un gran sonido para un aprendizaje concentrado

Todos los oyentes merecen el sonido más claro posible, especialmente en entornos educativos. La calidad del audio debe ayudar a crear experiencias inmersivas para los estudiantes, porque cuando estos tienen dificultades para entender al instructor o el audio del programa, su comprensión del tema se reduce y aumenta su fatiga auditiva, lo que crea un entorno de aprendizaje menos que óptimo. Una transmisión más clara del contenido de audio no solo evita posibles malentendidos, sino que también aumenta el compromiso y la participación de los estudiantes, haciendo que las lecciones sean más accesibles e interactivas. El uso de altavoces con alta directividad, como los arrays digitalmente orientables como el Aimline ALX-D, le proporciona un control granular sobre dónde se distribuye el audio. Las mejoras de audio pueden conducir a un mejor rendimiento de los estudiantes.

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