¿Qué tienen en común los hippies embarrados en Woodstock y los fans que vibraban con el “muro de sonido” de The Grateful Dead? Ambos disfrutaban de música a volúmenes épicos, impulsados por los legendarios amplificadores McIntosh.
Hoy, esa misma potencia sonora y tradición artesanal se reinventan con el receptor AV MHT300, una bestia de siete canales que combina la estética clásica de McIntosh con las últimas innovaciones en tecnología de cine en casa.
McIntosh: Historia de una marca icónica
Fundada en 1949 por Frank McIntosh y Gordon Gow, la marca se ha ganado su lugar como una de las más respetadas en el mundo del audio de alto rendimiento. Desde sus primeras instalaciones en Maryland hasta su consolidación en Nueva York, McIntosh ha sido sinónimo de calidad, potencia y fidelidad sonora.
Basta con recordar que el sistema de sonido de Grateful Dead incluía 48 amplificadores McIntosh MC2300, generando más de 28,800 W de potencia. Un verdadero muro de sonido.
Presentamos el MHT300: Cine en casa de alta gama
El MHT300 es el único receptor AV de la línea actual de McIntosh. Diseñado para audiófilos exigentes y sistemas personalizados de alta gama, este equipo de más de 10 mil dólares justifica cada centavo con un diseño imponente y una ingeniería impecable.
Características clave:
7 canales de amplificación clase D, entregando 120 W a 8 ohms en todos los canales.
Decodificación Dolby Atmos y DTS:X hasta configuraciones 7.2.4 (con amplificación adicional).
Dirac Live EQ para una calibración acústica de primer nivel.
Conectividad HDMI 2.1 completa (4 entradas, 1 salida), compatible con 8K/60 y 4K/120.
Salidas RCA para subwoofers y canales de altura, más entradas coaxiales, ópticas y puerto USB para actualizaciones.
Sin conectividad inalámbrica, en línea con su filosofía de priorizar el rendimiento.
Diseño, sonido y rendimiento sin concesiones
El diseño robusto y atemporal de McIntosh sigue presente: salidas chapadas en oro, conectores RCA, volumen central con funciones de encendido y silencio, y una construcción sólida que respira lujo y precisión.
Pero lo más importante es el sonido. El MHT300 genera un paisaje sonoro envolvente, amplio y extremadamente detallado. La respuesta dinámica es precisa y poderosa, ideal tanto para bandas sonoras de acción como para conciertos inmersivos.
“El solo de Mick Ronson fue sencillamente magnífico, sonaba como un animal enjaulado aullando para ser liberado”
¿Vale la pena el MHT300?
Aunque otros fabricantes ofrecen más canales y entradas por menos dinero, el McIntosh MHT300 no busca competir por cantidad, sino por calidad. Este equipo es para quienes quieren lo mejor y no están dispuestos a hacer concesiones.
Conclusión
El McIntosh MHT300 es más que un receptor AV: es una declaración de principios. Une la herencia de una marca legendaria con las herramientas modernas necesarias para disfrutar de un cine en casa de referencia. Para los que buscan emoción, precisión y una estética inigualable, el MHT300 no decepciona.
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