En la primera parte de una nueva serie en la que se explican los fundamentos para montar un buen sistema Hi-Fi, empezamos por el principio: elegir la fuente perfecta. Hoy hablaremos del vinilo.
TEXTO ORIGINAL EN INGLÉS PUBLICADO EN EL SITIO WEB DE BOWERS & WILKINS: https://www.bowerswilkins.com/en/blog/sound-lab/hi-fi-essentials-choosing-your-source
¿Qué es una fuente?
Comprar y configurar un sistema Hi-Fi puede ser un proceso confuso y desalentador. Para ayudarle a superar la ansiedad y aclarar cualquier confusión, hemos creado una serie de blogs para explicar los conceptos básicos, junto con videos en los que ofrecemos algunos trucos y consejos increíblemente útiles de expertos, incluidos los ingenieros acústicos de Bowers & Wilkins.
Empezaremos por el principio, analizando una de las decisiones clave que tendrá que tomar al crear un equipo de alta fidelidad desde cero: la importantísima elección de cómo va a reproducir su música y a partir de qué formato. En el lenguaje de la alta fidelidad, esto se llama “fuente”.
Aunque hay muchas formas diferentes de hacer llegar la música al sistema de alta fidelidad, hay tres que destacan como las opciones principales y más populares: el vinilo, el CD y el streaming. Dependiendo de tu presupuesto y tus necesidades, puedes elegir una, dos o incluso las tres, pero recuerda que, aunque eso es fantástico en cuanto a flexibilidad y posibilidades de elección, optar por una única fuente te permite concentrar tu presupuesto en obtener una mejor calidad, de la que hablaremos más adelante.
¿Por qué la fuente es vital para el rendimiento?
Dedicar tiempo a reflexionar sobre la elección de la fuente es vital para el rendimiento de los altavoces. Cada eslabón de la cadena es importante, pero si se parte de una fuente inferior, nunca se conseguirá una experiencia sonora satisfactoria.
Estamos orgullosos de nuestros altavoces y de su capacidad para presentar música fiel a la fuente original, pero ningún altavoz es capaz de corregir la falta de resolución o la distorsión presente en la primera etapa del proceso. Este es uno de los axiomas más antiguos y precisos de la alta fidelidad: “basura dentro, basura fuera”.
Las principales opciones son:
Así pues, tenemos: discos de vinilo, discos compactos y streaming. Cada uno tiene sus pros y sus contras, y cada uno cuenta con fans y detractores igualmente apasionados.
La verdad es que no hay una opción equivocada: es sólo una cuestión de preferencias personales. Como nos dijo Raphael Stier, de la excelente tienda de discos Resident Music de Brighton: “No hay una forma equivocada de consumir música. De cualquier forma, si te gusta, te vas a enamorar de ella”.
Ahora veremos los aspectos básicos de cada opción de fuente y explicaremos brevemente cómo sacar el máximo partido a la que elijas.
Discos de vinilo
Hace unos años, los discos de vinilo bien podrían haber aparecido como una ocurrencia tardía al final de este artículo. Sí, los audiófilos seguían adorándolos, pero lo más probable era que esas personas ya tuvieran su sistema ideal y estuvieran contentas con el sonido.
Pero en los últimos años, el clásico LP ha resucitado y está alcanzando nuevas cotas de popularidad entre los aficionados a la música, que lo aprecian por su naturaleza táctil y por esas maravillosas fundas de 12 pulgadas que muestran las cuidadas ilustraciones mejor que un CD o un servicio de streaming.
El vinilo moderno también está disponible en una amplia gama de hermosos colores, y los nuevos lanzamientos a menudo vienen en negro estándar y una opción de color limitada para fomentar las compras anticipadas.
Esto es importante porque, como siempre, el aspecto más importante para nosotros es la calidad del sonido, y los discos de vinilo suenan increíblemente bien. Como el vinilo no es un formato digital, no se puede comparar como se hace con los CD y el streaming, pero no hay duda de la maravillosa calidez que ofrece el sonido del vinilo, especialmente en comparación con los CD. A menudo se comprueba que una vez que la gente experimenta las ventajas del vinilo, hay pocas posibilidades de que vuelvan a los CD.
Pros y contras de los discos de vinilo
En cuanto a los pros y los contras, una de las principales características de los discos de vinilo puede situarse en uno u otro bando en función de los gustos de cada uno.
Para reproducir un disco hay que seguir una serie de pasos: se empieza seleccionando un disco de la colección, sacando la funda interior de la exterior, sacando el disco de la funda interior, colocándolo con cuidado en el tocadiscos, encendiéndolo, esperando a que se ponga en marcha, limpiando suavemente el LP mientras gira con el cepillo de limpieza de discos, levantando el brazo de tono, moverlo hasta el principio del disco, bajarlo con cuidado, cerrar la tapa del tocadiscos y volver con cuidado, pero deprisa, al asiento para escucharlo (sin olvidar darle la vuelta a mitad del disco) y volver a hacerlo todo a la inversa antes de poder escuchar otro disco.
Si eso le parece el paraíso, los discos de vinilo son para usted, y nadie le convencerá de lo contrario.
Si todo eso te parece una pesadilla, los discos de vinilo no son para ti.
Otra cuestión importante es el precio: no hay duda de que el vinilo es caro, ya se trate de nuevas ediciones o del mercado de segunda mano de LP en buen estado. Su renacida popularidad ha resucitado los precios, sobre todo porque las discográficas tratan de recuperar parte de los ingresos que pierden por la caída de las ventas de CD y el aumento masivo del streaming, que no da el mismo dinero.
Obtenga lo mejor del vinilo:
Para cubrir todos los argumentos sobre cómo obtener lo mejor del vinilo harían falta cientos de entradas de blog, y de hecho ya hay miles por ahí. Pero hay algunas cosas que hay que tener en cuenta al empezar a utilizar discos de vinilo como fuente principal.
En primer lugar, no todos los vinilos son iguales. A menudo verás que se atribuye un peso a un disco: a veces 120 g o 140 g, pero más habitualmente 180 g, ya que los otros dos son más estándar. Esta medida de peso va más allá de la mera sensación de pesadez en la mano, que ya de por sí es agradable. Además, el vinilo de 180 gramos es más duradero y menos propenso a deformarse, por lo que, a la larga, el precio extra que conlleva puede ser una buena inversión.
También existe el argumento de que el vinilo de 180 g suena mejor, ya que la mayor calidad del material hace que sea más fácil de cortar (durante la fabricación, los surcos se cortan con precisión en una placa de vinilo prístina para que la aguja del tocadiscos funcione y genere sonido), lo que a su vez mejora los detalles y los graves. También suele ocurrir que los discos editados en vinilo de 180 g se beneficien de una mejor producción, ya que cualquier compañía discográfica que se esfuerce en producir vinilo de 180 g probablemente también habrá cuidado más la producción y la masterización.
Esto puede adoptar la forma de una masterización a media velocidad, que sin duda tiene un efecto beneficioso en la reproducción del sonido, ya que al cortar un disco a media velocidad la aguja de corte tiene el doble de tiempo para grabar el surco mecánico, lo que mejora enormemente la calidad. Nuestros amigos de los estudios Abbey Road están muy implicados en este proceso y venden en su tienda los discos en los que han trabajado.
Algunos discos también se reproducen ahora a 45 rpm, en lugar de a 33 1/3, que es más tradicional. Esto también tiene un efecto beneficioso sobre la calidad del sonido, pero a menudo supone un mayor costo, ya que un álbum estándar se entrega en dos discos en lugar de uno.
Cuidar el vinilo:
Una vez que haya invertido en un vinilo, es fundamental que lo cuide si quiere que se mantenga intacto y siga sonando fantástico. Para empezar, guárdalo siempre en cuanto lo hayas tocado.
Además, asegúrate de que los discos están bien guardados. La respuesta obvia es colocarlos verticalmente en estanterías -¡dejaremos que decidas tu sistema de archivo! – pero asegúrate de que sea en un lugar con una temperatura fresca constante y con el mínimo de humedad. La exposición al calor y a niveles de humedad extremos puede deteriorar rápidamente su colección de discos, ¡y no querrá tirarla a la basura! Además, debes evitar exponerlos a la luz solar directa, así que no los pongas en el alféizar de una ventana por muy chulos que parezcan.
También puedes invertir en toda una serie de accesorios de limpieza, desde un simple cepillo para limpiar el disco mientras gira -lo mínimo en lo que deberías invertir- hasta una colección de máquinas para limpiar discos, algunas de las cuales pueden costarte cientos de libras.
Una de las mejores inversiones son las fundas de plástico. Son una forma relativamente barata de mantener esas maravillosas fundas exteriores en buen estado, evitando todo el desgaste que supone sacarlas repetidamente de la estantería, etc. Aunque puede que esto no repercuta directamente en la calidad del sonido, sí ayuda en el aspecto táctil y también aumentará el valor de reventa si alguna vez quieres dejar de coleccionar vinilos.
Por último, pero quizás lo más importante, asegúrese de que el tocadiscos está correctamente configurado. Todos los equipos de alta fidelidad se benefician de una plataforma sólida desde la que trabajar, pero ninguno tanto como los vinilos. Siempre merece la pena invertir en un soporte específico para el equipo, pero si no es posible, asegúrese de que la tornases esté colocada sobre una superficie plana y sólida, preferiblemente una en la que las vibraciones que se produzcan al caminar no afecten negativamente a la estabilidad del tocadiscos, algo que suele ocurrir en los suelos de madera, donde bailar al ritmo de sus canciones favoritas puede ser imposible.
También hay que ocuparse de la configuración inicial y el mantenimiento, desde el peso del brazo, vital para un buen sonido y el cuidado de los discos, hasta asegurarse de que todas las piezas móviles están libres de polvo.TECSO distribuye la marca Bowers & Wilkins en México y también algunas marcas de alta fidelidad y high end. Atendemos exclusivamente a integradores profesionales. Escríbenos a info@tecso.com.mx o visita www.tecso.com.mx
